Todos han escuchado de la hazaña del Leicester, equipo del fulbol
inglés que acaba de coronarse campeón de la premier ligue. Una de las ligas
millonarias de futbol es alcanzada por un equipo recién ascendido, venciendo a
los tradicionales equipos con mayor tradición y jerarquía.
Quiero compartir unos hechos que nos recuerdan unas lecciones que nos da el Leicester –City a otros equipos, los de trabajo
Aun los inicios inesperados, traen una oportunidad: Hace un poco más de un año el italiano Claudio Ranieri asumió la dirección técnica del equipo luego de la salida de Nigel Pearson, quien terminó yéndose luego que se destapó un escándalo sexual en el que su hijo, jugador del equipo, y otros dos futbolistas, fueron sorprendidos con prostitutas tailandesas. No se esperaba mucho de él y la nómina fue conformada sin mayores expectativas.
Los equipos maximizan el desempeño de los individuos. Muchos de los jugadores hasta hace solo un año, eran personas diferentes: James Vardy (goleador del equipo) era un pandillero que conoció la cárcel, llevaba una tobillera electrónica para estar controlado por la justicia. Con 16 años le dijeron que era demasiado bajo para vivir del futbol. Al lateral Simpson lo descartó el Manchester United, que lo acabó cediendo a un Segunda División belga. Y Kanté y Mahrez estaban hace poco en la cuarta división francesa”.
Hay muchas estrategias para ganar: El Leicester no se caracteriza por generar muchas
oportunidades sino por aprovechar las que se presentan. Su estrategia es defensiva pero tenía las personas apropiadas para ello. Se puede no ser favorito, pero aun así, ser un ganador.
No importa como inicias tu labor sino como transcurre y termina: El equipo inició con el pronóstico más bajo de todos los favoritos para ganar la Premier Ligue. Recién ascendido y sin ninguna figura relevante y con un técnico resistido por sus pocos resultados, sumo puntos uno a uno hasta el día de hoy.
Cuando de riesgos se trata, todo juega en el campo de lo posible: Al inicio de la temporada hubo 47 apostadores que anotaron al Leicester City como campeón. Luego de diversos arreglos, solo quedaron 23 con una potencial ganancia de 5.000 por cada libra que apostaron.
La clave es la gente: El equipo fue conformado prácticamente de cero para ocupar las posiciones que se requerían. Ningún jugador valía más de un millón de dólares y los “scouts” o buscadores de talento, llenaron las posiciones con lo el presupuesto que tenían. Toda la plantilla del Leicester vale menos que el traspaso más caro de la liga inglesa de la última temporada.
La meta debe ser compartida. El mejor resumen de
toda la gestión, lo explica el mismo Rainieri en su carta a los fanáticos de
Leicester: “Somos un club
pequeño que muestra al mundo lo que se puede lograr con espíritu y
determinación. Nuestra historia es importante, damos esperanza a todos los
jugadores jóvenes, a los que alguna vez les han dicho que no eran
suficientemente buenos”.
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